Con la que será su sexta temporada en la NBA y en los Toronto Raptors parece que es el momento de la verdad para Jose Manuel Calderón.
Tras cuatro temporadas de continuo y regular progreso en el basket americano, la pasada fue para él, como si su trayectoria quisiera acompañar a la realidad actual de la mayoría de los mortales, su temporada de recesión. Su temporada de la crisis deportiva, que no económica, por supuesto.
Su media de minutos ha escalado en su carrera NBA en sus cinco temporadas a razón de 23, 21, 30, 34 y 27 minutos por partido. Bajón de más de 7 minutos el curso pasado tras su constante progresión.
Igual ocurre con su media de anotación: 5.5, 8.7, 11.2, 12.8 y 10.3 la última temporada. Descenso de 2.5 pts el curso pasado.
Lo mismo con su media de asistencias: 4.5, 5.0, 8.3, 8.9 y 5.9 la pasada campaña. Importantísima caida en su media de cerca de 3.0 asistencias por noche.
Y en su % de tiros libres: 85%, 82%, 91%, 98% y 80% en la 2009/10. Y que decir del -18% respecto a la temporada de su record...
Tras la firma de su gran contrato de renovación el verano de 2008 (alrededor de 40 millones de dólares por cinco temporadas), más la salida de T.J. Ford, lo que le despejaba las puertas de la titularidad en Toronto, y la entrada de su nombre en las quinielas como futuribles All-Star a corto plazo, la realidad es que todo se estancó la última temporada. La realidad es que un buen pero no excelso jugador como es Jarrett Jack (191 cm y 27 años) le quitó su puesto. Lesiones, molestias, etc. Pero se lo quitó. Y cuando Calderón regresó no pudo recuperar ni su mejor juego ni su sitio en el equipo.
A sus 29 años esta debe ser la temporada que corone a Calderón realmente como uno de los mejores directores de juego de la competición, como un claro aspirante de nuevo a ocupar la mente de los aficionados o entrenadores en la elección al All-Star Game, para ser ese base que ronde los 15 puntos - 10 asistencias y que consiga hacer que su equipo gane más partidos de los previstos,… o para ser lo que hoy en día ya es, un buen jugador dentro de la mejor liga del mundo pero que no cumplió las mejores expectativas que prometía en su momento de convertirse en uno de los mejores bases puros de la competición.
No ha empezado fino en el tiro en esta pretemporada, ya que en los 3 partidos que lleva registra unos números de 0/7 en triples, 4/8 en tiros de dos y 5/5 en los libres en los 20 minutos que está disputando de media, bajando además la media anotadora que tenía en sus anteriores 41 partidos de pretemporada desde los 7.8 a los 4.3 puntos, aunque subiendo por otro lado de las 4.7 a las 5.3 asistencias.
Para que Calderón pase de buen jugador NBA a un grande de esa liga el momento es… ahora o nunca.
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