martes, 14 de junio de 2011

Farewell to Ricky, más allá del baloncesto

(Por Marta Abad)

Como siempre, el pre-verano viene cargado de rumores y noticias que acabarán tomando cuerpo y convirtiéndose en realidad o se quedarán en la fantasía de quienes han especulado con pocos datos/información verídica y demasiada imaginación. Y ojo, que no seré yo la que diga que deje de ser así. La agonía de varios meses ayunando de este nuestro deporte favorito, se hace menos cuesta arriba con ciertas excusas que dan forma a diálogos que muchos no entenderán porque no forman parte de nuestra “élite democrática”.

Más que por ser conocedora del mercado NBA- me confieso una total y absoluta ignorante de la liga estadounidense-, quiero pensar que la marcha de Ricky Rubio a la “tierra prometida” del baloncesto va más allá de un rumor. Y digo quiero pensar ya que el ruido mediático de la misma ha sido notable especialmente en el periodo que precedió al playoff ACB. Si finalmente todo quedase en agua de borrajas, en una habladuría más y en una frustración para quienes lo llevan tiempo pretendido allende el Atlántico, poco podríamos creer ya. Y es que uno ha de cubrirse con el manto de la fe, el discernimiento y el sentido común para tratar de separar aquello que es mera ficción de lo que puede llegar a ser un hecho. Lo dicho, que parece que el largo viaje del base del Masnou está a la vuelta de la esquina. Rubio marchará con el honor y el privilegio de haberlo ganado prácticamente todo como jugador de club y de selección.


No seré yo quien entre a valorar o pronosticar el futuro que le espera al mago de las asistencias en la NBA; no es que me sobre prudencia que no es el caso pero sí me faltan todos los conocimientos para hacerlo. Dejo el aspecto técnico para quienes han pasado parte de sus vidas estudiando formación y técnica del baloncesto. Si bien, me atrevo a valorar el hecho desde una perspectiva que me toca más en lo profesional: el marketing. Así que ahondaré en mi visión sobre el tema ÚNICAMENTE desde esta perspectiva (yendo un poco más allá en lo “empresarial”).

Amigos y lectores, aquí todos o cas todos los entes implicados han salido ganando. Joventut de Badalona, FC Barcelona, ACB, FEB, NBA, agentes...y el propio Ricky, por supuesto. Lo tengo muy claro. ¿Por qué tal seguridad en mi afirmación? En cuanto a los dos clubes catalanes, no cabe duda que han hecho negocio así que no es necesario extenderse en ello. En cuanto a la NBA, listos como han demostrado ser, están vendiendo su producto como tal y, más allá de dotarlo de contenido deportivo, lo están dotando de valores. Su estrategia más allá de la robustez de la marca y del espectáculo asegurado, reside en haber sabido exportar el concepto a través de lo que podríamos llamar “puntos de contacto familiares”. ¿A qué me refiero? Trataré de explicarme.


Mis dudas tengo sobre si todo aquel que habla de las gestas de Pau Gasol tiene claro en qué consiste un triple doble o quién ha sido su entrenador hasta la fecha. Conocen a Pau como representante de este nuestro país y ellos es lo que les vincula a la NBA. Y habiendo hablado del crack de Sant Boi, escojan ustedes a cualquier otro extranjero en la “tierra de la libertad”. No hay mejor manera que exportar la NBA que importando jugadores foráneos que son locales para los países de origen. Aquí haré un salto mortal y pondré en cuestión la necesidad de fichajes extranjeros por otro motivo que no sea este, el puramente comercial. Creo que un país tan basto y con tradición universitaria del baloncesto, podría abastecer de jugadores talentosos todas las franquicias que componen la NBA. Pero entonces, posiblemente, no fuese tan “sencillo” endosar el producto más allá de sus fronteras. Y, ojo, soy consciente de que la propia competición ya es ganadora de per se pero la inclusión de “estrellas internacionales” es un plus para llegar a todos aquellos no tan fanáticos del basketball. Ricky, como fenómeno de masas, jugador precoz, generador de contenidos mediáticos, se erige en jugador caramelo para ellos.


Por otro lado, José Luís Sáez, a estas alturas, debe de estar frotándose las manos. La búsqueda de patrocinadores en tiempos de crisis se convierte en un trabajo duro y poco gratificante. Los anunciantes buscan, en sus escasas inversiones (o gastos para algunos), un retorno seguro y cuantificable que difícilmente aportará la esponsorización de un evento sea o no deportivo. Que uno o varios componentes de la Selección Española militen en la NBA y otro esté a punto de dar el paso, hace mucho más atractiva el paquete ofrecido por la FEB al posible patrocinador. No por el mero hecho de competir allá sino por todo el ruido mediático adicional que generan, más impactos, más cobertura, más espectadores...mayor retorno, ¿Es necesario que me extienda más? Mi duda aquí, que levante la mano quien pueda resolvérmela, es si el presidente de la FEB ha podido intervenir indirectamente, y digo indirectamente, en la marcha del 9 del Regal FC Barcelona.

En cuanto a la ACB, y me disculpo de antemano por la crueldad de mi afirmación, tengo más dudas. Pienso que el modelo de negocio de nuestra liga deja mucho que desear. E insisto que no hablo desde una perspectiva deportiva. La ACB como tal no es un producto que pueda venderse de modo sencillo, los clubes (algunos)ya son otra historia. Qué duda cabe que tratar de equipararse a la NBA es una quimera o una estupidez que sólo los ilusos pretenderían alcanzar, no obstante, me da la impresión sin conocer lo de allá, que hay mucho de lo que aprender en su manera de operar. En este sentido, se me generan más dudas si la ACB sacará mucho partido de la marcha de Ricky o todo lo contrario. Perder a un jugador talentoso y que, para bien y/o para mal, es fuente de noticias, se me antoja un golpe duro para una competición que está tocada...no sé si de gravedad pero sí tocada.


En cuanto al propio Ricky y como he adelantado, no me aventuro a augurar su futuro en Estados Unidos pero sí a afirmar que, en el tiempo que esté allá, aprenderá mucho...¡qué duda cabe! Y lo hará en dos planos indispensables para cualquier gran profesional del baloncesto: en el técnico y el personal. La dureza emocional, entendida no como frialdad sino como coraje ante situaciones adversas, es un puntal que forja a los verdaderos líderes. El tiempo dirá si su viaje es un hasta ahora, un hasta luego o un hasta siempre; dejemos que sea éste y no nosotros- seres tendenciosos, sesgados y parciales donde los haya- quien dicte sentencia al respecto del futuro de la última de las perlas verdinegras.

 
Marta Abad.
TWITTER: @EscribirVivir

1 comentario:

  1. Muy buen articulo/opinion, estiu de acuerdo en Casi todos los razonamientos que das, pero dudo que la FEB haya tenido algo que ver en la posible marcha de Ricky a la NBA. El lo necesita para poder mejorar y dar un salto cualitativo jugador y persona.

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