viernes, 12 de agosto de 2011

Un vistazo a la Ñ roja


El pasado martes tuve la suerte de volver a ver de nuevo a mi selección. Pau, Marc, Rudy, Calde, Navarro, Sada, Ricky, Llull, Rafa Martínez, Carlos Suárez, Xavi Rey, Claver, Felipe, San Emeterio y Serge Ibaka. Un lujazo de plantilla. Una pasión la camiseta roja.

Empiezo por algo que, como simple aficionado, no llego a entender. No entiendo que en un grupo tan exclusivo se dé la irreal oportunidad de entrar en él a dos hombres que deben haberse llevado una gran desilusión: Xavi Rey y, especialmente, Rafa Martínez. No debe ser agradable ver tu nombre entre el de los descartados… antes del primer amistoso. Parece que era algo decidido desde el primer minuto en el que se nombró a los últimos 15 jugadores. Supongo que para Rey el simple hecho de ver su nombre junto al de Pau y cía debe haber sido suficiente premio a su progresión como jugador de baloncesto, pues era su primera toma de contacto con la Ñ. No creo que la satisfacción sea la misma en el escolta del Valencia Basket. Ya ha pasado por lo mismo y supongo que esperaba tener, al menos, la oportunidad de luchar.

El tema del último descarte parece ya algo más complejo. Que si dos bases más Llull. Que si tres bases y un alero alto extra. Que si tres bases y Llull intocable. Desde fuera parece que por ahí deben andar los tiros. Es decir, Ricky, Sada, Llull o Suárez. Todo lo que salga de ahí sería una sorpresa para mí. ¿Qué haría yo? Confiar en lo que decida Scariolo. Punto.

Leía hoy un artículo de Jesús Sánchez en Marca acerca del reto que el coach ha planteado para Pau Gasol de forma inteligente para convertirle en una amenaza atacando de cara y lanzando desde la larga distancia. Como bien señala Sánchez, Pau es un jugador que puede asumir ese reto y que se sentirá motivado para hacer algo distinto a lo que ha hecho en las últimas actuaciones con la selección. Cualidades tiene. Parece que era tarea más asumible para Gasol hace unos años, cuando sus desplazamientos habituales en la pista eran más los de un alero que los actuales de pívot, de ahí el reto. El cuerpo se acostumbra a todo y los años son los años. Confío en que Pau podrá hacerlo muy bien, pero no espero ver al Pau de la lucha por el bronce contra Alemania en el Eurobasket de 2001 ni al de su época en el FC Barcelona. Si está acertado desde fuera puede crear ese espacio interior necesario para Marc e Ibaka principalmente, pero es obvio que Pau no es Garbajosa. La velocidad a la que Jorge arma el brazo no es comparable a la de Pau. Es decir, la distancia que Pau necesita tener con su defensor para tirar con relativa “comodidad” es mayor que la que necesita Garbo, y eso es muy importante.

Lo de Navarro es sencillamente incalificable. Está tan sobrado de confianza en todo lo que hace con un balón en sus manos que si se propusiera anotar con tres encima, con la izquierda, en bomba y desde el triple lo conseguiría. ¿Alguien no le daría la bola caliente?

Tengo ganas de ver cómo Calderón vuelve a tomar las riendas de un caballo que tenía domado pero que lleva sin montar bastante tiempo. Creo que necesita sentirse el líder indiscutible en la dirección para ofrecer su mejor juego. Esa impresión me dio cuando vio en su última participación que Ricky venía dando pasos agigantados. Y creo que es importante para el equipo que todos sepan que él manda y el rol que tendrán los demás bases del equipo (salvo lesiones, claro).

Rudy me da un poco de “miedo”. Me explico. Es un jugador que en un momento dado llegó al nivel de Navarro en sus últimas temporadas en la ACB y que me dio unas sensaciones similares a las que hoy me da Navarro. Pero ha pasado de creador a especialista en estas temporadas en la NBA. E igual que se dice eso de “se juega como se entrena” creo que un jugador juega una competición corta como es un Eurobasket de forma muy parecida a como está jugando durante la temporada. El talento y la calidad están ahí. Veremos si ganan estos o la falta de costumbre de asumir la creación de juego que “sufre” en la NBA.

Creo que Marc Gasol ha dado un extra pass a su confianza con su actuación en los últimos playoffs de la NBA. Su rendimiento ha sido impresionante y le habrá venido genial para llegar con más galones aún a la cita. Sereno. Esa sería la palabra con la que identificaría al pívot.

Para Serge Ibaka esta selección es la continuación perfecta a su trabajo en Oklahoma City Thunder. Lo mismo que hace allí tiene que hacer en la selección. No hay retos. No hay roles distintos. Intensidad, defensa, lucha, velocidad en la transición, contundencia bajo el aro. Todo lo que haga de más no será una obligación, al menos de cara al aficionado. Lo que Scariolo le pida de más antes de saltar a la cancha no lo sabremos desde fuera.

El rendimiento de estos seis jugadores es, a mi entender, lo que marcará las opciones reales de la selección. Estos jugadores son básicos para el 99,99% de los partidos importantes. En cambio, la actuación de los otros seis integrantes del roster serán indispensables, pero unos en unos partidos, y otros jugadores en otros. Un día tocará la magia y pillería de Ricky dar un paso al frente. Otro a la versatilidad de Claver. Otro a la garra y templanza de Felipe. Otro a la sobriedad y valentía de San Emeterio. Otro a la explosividad y entrega de Sada. Otro a la amenaza constante que es Suárez. Y otro día le tocará al descaro de Llull. Normalmente será necesaria la aportación combinada de dos o tres de estos jugadores en cada partido para conseguir alcanzar un resultado positivo.

Tenemos la suerte de tener una combinación de jugadores llena de talento, confianza y habilidades heterogéneas puestas al servicio del equipo.

Suerte!


Andrés.